Fiestas de SANTA CECILIA

Fiestas de SANTA CECILIA

Día 19, viernes:
Como ya va siendo costumbre, celebramos la festividad de santa Cecilia en los años pares (en los impares tenemos en estas mismas fechas las BIENALES DE POLIFONÍA), en esta ocasión con tres días de anticipación por conveniencia de fechas. Dada la buena disposición del Sr. Cura Párroco de Villanueva, la Misa la tuvimos en el Monasterio de esta villa canguesa, en una celebración especial para el Coro, durante la cual cantamos con especial emoción por recordar la ausencia de los coralistas, familiares y miembros fundadores que ya no están con nosotros, por los que se ofreció la Eucaristía.
En la homilía, el Párroco don José M. Castaño glosó la festividad que celebrábamos, de honda tradición en el Cristianismo. con estas palabras:
"SANTA CECILIA († 229).- El día de su fiesta es, tanto en la Iglesia de occidente como en la oriental, el 22 de noviembre. En la Edad Media, en el oficio divino de Santa Cecilia, ya se rezaba esta antífona: «Cantántibus órganis Cæcilia virgo corde suo soli Dómino decantabat dicens: Fiat, Dómine, cor meum et corpus meum inmaculatum, ut non confundar». (Al canto de los órganos la virgen Cecilia en su corazón cantaba al Señor diciendo: Háganse, Señor, mi corazón y mi cuerpo inmaculados, para que no sea confundida). Ello corresponde a lo que decían las actas de la santa, que en la fiesta de su boda, entre sones y los ruidos de los instrumentos musicales que la amenizaban, ella cantaba en su espíritu a Dios en el sendido de la antedicha antífona. De aquí que en la Edad Media, en especial desde el siglo XV, se haya figurado en el arte a santa Cecilia acompañada de un instrumento musical, y en particular con el órgano, que hasta el presente es el atributo ordinario con que se la representa. Tal la pintó Rafael en un cuadro hermosísimo que guarda la Academia de Bolonia".
Finalizada la Misa nos desplazamos al Restaurante Villa-María donde disfrutamos de una agradable y amena cena de confraternización. Tras unos entremeses abundantes y variados, el menú fue del agrado de todos, tanto por su calidad y abundancia como por el buen servicio. No es de extrañar, tratándose de un lugar con tanta experiencia en servir ágapes (las espichas -y alguna cena de gala- de las Bienales las hacimos siempre ahí).
A los postres, el presidente del Coro Miguel Ángel Villoria y el director entregaron sendas placas de reconocimiento a la perseverancia a las sopranos Margarita Sierra Beluche, Cristina Narciandi Bonastre y Mª Teresa García Álvarez; a la contralto Marilé Martínez Canal y al bajo Alfredo García Fernández (más conocido por Fredy). Además hubo dos placas para dos colaboradores del Coro: el cura párroco de Villanueva José M. Castaño Posada y el organista -que nos acompaña a menudo- Emilio Huerta Villanueva, recibiendo el primero además un obsequio especial en agradecimiento a la promoción que viene haciendo de nuestro Coro. Emilio Huerta no pudo asistir por coincidir nuestra celebración con otra similar en Pola de Siero, su lugar de residencia, en la que tuvo que intervenir; la placa se le entregará, pues, en la primera ocasión que tengamos.
Hubo a continuación un acto que no estaba programado, o, si lo estaba, bien reservado lo tenían todos para que no se enterase el interesado: los coralistas ofrecieron a su director (al que le pilló por sorpresa este inesperado detalle) unos regalos muy prácticos y valiosos: un cartapacio de artesaría -con distintos departamentos para partituras y para el diapasón-; y, como el que usa normalmente ya está supergastado -y a veces se desajusta-, una moderna 'galleta' (léase diapasón de rueda) que a partir de ahora sustituirá a la otra vieja 'galleta'. GRACIAS (así, con mayúsculas).
Finalizada la cena, otro Emilio nos ofreció un repertorio 'ad hoc' con su equipo de música, que amenizó ininterrumpidamente la velada nocturna hasta bien pasada la medianoche. El baile y el karaoke estuvieron siempre muy animados. Que lo digan, si no, los Ramones, Margarita, Tere, Pili, Josefina, las hermanas Otero, Cristina, Blanca, Carlota... etc. etc. ¡Hasta Luisa se olvidó de su convalecencia!. En realidad, todos estuvieron geniales con sus cánticos y acompasados bailes, si bien no debemos dejar sin citar a Fredy, que demostró ser un perfecto "karaokero".
Y ahora, ¡a prepartar los villancicos para los conciertos navideños!

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Día 25, jueves:
Hoy tocaba ensayos; pero en vez de cantar cenamos. Se organizó una segunda celebración de SANTA CECILIA, ésta en 'petit comité', ya que por diversas causas (enfermedad, trabajo, no enterarse -se decidió en el ensayo del martes-, etc.) no asistieron una buena parte de los componentes del coro. Todo empezó porque la soprano Consuelo (más conocida como 'la Nena de Paco' -para no confundirla con la otra Nena, también soprano, la de Nachón) se empeñó en invitarnos a un 'boronchu preñau'. Sí , trajo el boronchu, y tarta, y bebidas y más cosas -hasta cubiertos-, y el resto de los coralistas aportaron otras variadas viandas (pan, aceitunas, embutidos, pasteles, bebidas, etc.etc.). (¡Qué tarta la de Charo). Total, que se formó una merienda-cena de 'órdago a la grande'
Y, como una imagen -mejor cinco- vale más que mil palabras, a continuación de las del día 19 van las de hoy, día 25.