XII ENCUENTROS CON LA MÚSICA de El Entrego

XII ENCUENTROS CON LA MÚSICA de El Entrego

Salimos hacia El Entrego pasadas las 5 y media de la tarde en un autobús grande (también a Salamanca fuimos en otro en el que cabíamos el doble). Tere no viaja por el fallecimiento de una prima de su marido en el accidente de ayer de Infiesto. Paramos en Villamayor para recoger a la soprano Mari Carmen. Tardamos más de una hora en llegar al Teatro -un bello y modernizado edificio con servicios múltiples–, en parte por tener que ir detrás de un 'findesemanero' que no pasaba de 60.- Como anécdota diremos que lo primero que hicimos fue ir a un piso de arriba donde calentamos las voces grabando –con sólo un ensayo previo de dos minutos– el HIMNO DEL CÁNICAS, que nos habían encargado y no tuvimos tiempo de hacerlo en los últimos ensayos.

Fue una velada muy completa. A la hora prevista –7 y media– tuvo lugar la presentación inicial, con proyección en la gran pantalla del escenario de videos relacionados con los lugares de procedencia de los grupos musicales invitados. Actuó en primer lugar el grupo sinfónico del Conservatorio Profesional de Música "Mancomunidad Valle del Nalón".

A continuación salimos nosotros al escenario, interpretando cinco de las seis piezas que teníamos programadas. Hubo que abreviar dado que se preveía iba a durar demasiado el acto por estar dedicado gran parte de él a homenajear a don Juan Carlos Cuesta García-Argüelles, ex-presidente del coro anfitrión quien deja el cargo voluntariamente tras doce años en la presidencia. Cantamos: AGORA NON, de Amalio López: AURTXOA SEASKAN, de Olaizola (dedicado a la Coral Zornoza); LA XANA, de Pin de Pría (dedicado al coro anfitrión 'San Andrés'); CANTARES, armonización de Liliana Cangiado, y, para terminar, el AIRES DEL SELLA que nos armonizó hace años Ramón Prada Blanco (así, con el segundo apellido –explicó el presentador– para no confundirlo con su padre, nuestro director).

Prosiguió el Encuentro con el Joven Trío de flauta, cello y piano del Conservatorio "Julián Orbón" de Avilés, el acto propiamente dicho de homeaje al ex-presidente del Coro anfitrión y la actuación de la Coral Zornoza de Amorebieta (Vizcaya) y del Coro San Andrés "Sergio Domingo".

La opinión unánime de nuestra expedición canguesa fue que tuvimos el honor de participar en un Encuentro perfectamente organizado y desarrollado a la perfección. Fueron casi dos horas y media de espectáculo musical muy variado y de mucha calidad, tanto en los grupos vocales como en los instrumentistas. ¡Y no digamos del emotivo homenaje que se le tributó al presidente saliente del Coro San Andrés, Sr. Cuesta!. Múltiples adhesiones, placas y regalos recibió el homenajeado. La actuación de nuestro coro no somos nosotros los más indicados para calificarla, pero sí podemos asegurar que, pese a las importantes ausencias de voces que tuvimos, se puso todo el entusiasmo y creemos que gustaron nuestras canciones, como lo refrendaron los efusivos y calurosos aplautos que recibimos. Bueno es decir que también los demás grupos que actuaron fueron fuertemente aplaudidos, lo que demuestra que el numeroso público que llenaba el Teatro quedó satisfecho, demostrándolo en las numerosas felicitaciones recibidas. Gracias a todos.

A continuación, y en el gran salón de encima del Teatro, tuvo lugar una cena-espicha a la que asistieron todos los participantes y acompañantes. Sobre las largas filas de mesas, los suculentos y variados 'pinchos' de todo tipo –incluídos exquisitos postres– lograron sin duda alguna satisfacer a los más exigentes. Y tal abundancia hubo que, a la hora de las despedidas –cerca de las 12 de la noche– en las mesas quedaban alimentos para poder repetir todos la cena.

No faltaron, como ya es costumbre, los intercambios de opiniones, comentarios, observaciones y mutuas felicitaciones de todos los asistentes a la cena, confraternización que culminó con muevos cánticos de los tres coros, que iniciamos nosotros con el "Boga, boga, mariñela", en la versión para voces mixtas de Oloizola (distinta a la que interpretó el coro vasco en el concierto).

El regreso, sin novedad, con el mismo recorrido que hicimos a la ida, pero a la inversa. Y todos felices y contentos por haber tenido esta oportunidad de encontrarnos con los buenos amigos que ya conocíamos y de hacer otros nuevos.